El ingeniero Edmund James Palmer Norton llega a la Argentina para ayudar a construir el ferrocarril a lo largo de los Andes y se enamora de Mendoza. Haciendo un cambio drástico en su vida, decide adquirir un viñedo propio en la región de Perdriel, en Luján de Cuyo, con vides importadas de Francia. Y así fundar su propia bodega. Se trató de la primer bodega en ubicarse al Sur del Río Mendoza.